FEATURE | 17 Mar 2022
Once elementos de reflexión sobre cómo afrontar la guerra en Ucrania
Por quienes trabajan por un futuro orientado a la paz
El ataque a Ucrania plantea retos a los actores de la sociedad civil. Aportamos elementos de reflexión para todos aquellos que trabajan por una paz sostenible.
Estamos profundamente afectados por el ataque a Ucrania. Esta guerra plantea grandes retos para nuestro trabajo, así como para los actores de la sociedad civil. Aquí proporcionamos once elementos de reflexión que nos pueden ayudar a todos.
1. Mostrar solidaridad y fortalecer la sociedad civil
Con respecto a la guerra en Ucrania, es especialmente importante que la educación para la paz muestre su solidaridad con todos los afectados por la violencia y la guerra, así como mantener y profundizar los contactos directos con la población de las zonas de guerra. Sin embargo, para no poner a los actores de la sociedad civil local en un peligro adicional, es necesario actuar con la máxima sensibilidad y visión de futuro. Esto también se aplica a los contactos con personas y grupos que hacen campaña contra las actividades bélicas de su propio país. Sus valientes acciones suponen a menudo un gran peligro para ellos y su entorno. Por lo tanto, la sociedad civil de un país no debería ser considerada conjuntamente responsable de las acciones de su gobierno. Por el momento, estamos viendo que los contactos se rompen prematuramente. Esto no debe ocurrir.
2. Acompañar a los refugiados y ofrecerles apoyo
En el caso de las personas que huyen de la guerra y la violencia, es especial-mente importante tratarlas de forma sensible al conflicto y al trauma. Para ello, también debemos reflexionar sobre nuestras propias acciones. En el contacto directo y a través de la escucha activa, se pueden entender las necesidades de los refugiados de una manera más sensible al contexto. Solo a través de encuentros y diálogos respetuosos y apreciativos puede desarrollarse la confianza. Las necesidades, las expectativas y los intereses de las personas, que subyacen a sus acciones, así como su propio papel, deben ser siempre puestos en primer plano y cuestionados críticamente. Únicamente así se puede ofrecer acompañamiento y apoyo orientados a las necesidades. Como siempre, todas las personas que buscan protección contra la violencia, la guerra y la persecución deben recibir el mismo apoyo.
Quienes quieran contribuir deben unirse a los grupos o instituciones existentes en el ámbito del trabajo con los refugiados o la ayuda humanitaria. Su experiencia, profesionalidad y estructuras organizativas consolidadas permiten agilizar los procesos y evitar la duplicación de estructuras.
Ya sea en la familia, en el barrio o en la escuela; en tiempos de guerra, de cobertura mediática opresiva y de preocupación directa, las conversaciones en espacios protegidos son más importantes que nunca.
3. Facilitar las conversaciones, escuchar activamente, cambiar las perspectivas
Ya sea en la familia, en el barrio o en la escuela; en tiempos de guerra, de cobertura mediática opresiva y de preocupación directa, las conversaciones en espacios protegidos son más importantes que nunca. Los miedos se pueden reconocer, sentir y expresar. Sigue siendo esencial escuchar activamente al otro para establecer la confianza y para conocer otros mundos de experiencia. Esto aumenta las posibilidades de un intercambio personal constructivo sobre actitudes y valores sociales. Hay que evitar las palabras que ofenden o hieren a los demás. En la conversación, la crítica ha de orientarse a las opiniones y las actitudes, no a las personas que las expresan.
4. Cuestionar la información y diferenciar los puntos de vista
La cobertura de los medios de comunicación de las zonas de guerra y crisis suele ofrecer solo una visión selectiva, instantánea, o refleja percepciones subjetivas. La propaganda y la desinformación se suman a esta mezcla. Por lo tanto, es importante ser crítico con los reportajes o las imágenes unilaterales, emotivas o escabrosas y cuestionar su intención, objetivos y antecedentes. Es recomendable comparar varias fuentes de información, y reconocer y abordar las atribuciones de grupo y las yuxtaposiciones dicotómicas en los esquemas del bien y el mal, y no difundirlas más.
5. Analizar la guerra y pedir información de fondo
Ante la brutal realidad de la guerra, no es fácil analizar el conflicto de forma ponderada. Pero es importante examinar las contribuciones de todas las partes a la escalada del conflicto, como las causas políticas, económicas o relacionadas con la identidad. La guerra de Ucrania muestra cómo los acontecimientos del pasado y las narrativas correspondientes pueden ser instrumentalizados para la propaganda de guerra. La paz sostenible después de una guerra solo puede lograrse si no hay tabúes a la hora de abordar la génesis del conflicto.
6. Reflexionar sobre las reacciones políticas, ampliar la diplomacia y las alternativas no violentas
La guerra es un crimen contra la humanidad. Las respuestas de los gobiernos elegidos democráticamente a los actos de guerra de los Estados autoritarios o dictatoriales deben mostrar perspectivas orientadas a la paz, incluso en situaciones de emergencia. La diplomacia y otros enfoques para la gestión de conflictos civiles deben mantenerse y ampliarse lo antes posible. Las operaciones militares no deben convertirse en la norma. Especialmente frente a la violencia bélica, es importante promover el pensamiento pacifista y hacer más visibles las alternativas no violentas.
7. Organizar diálogos y buscar puntos de encuentro
Al igual que las conversaciones y las negociaciones son indispensables como medio de diplomacia a nivel gubernamental, los diálogos dentro y entre los actores de la sociedad civil tienen una importancia destacada para que surja la aceptación mutua y para encontrar salidas a la violencia. Las normas de convivencia no violenta solo pueden desarrollarse conjuntamente y no en contra de los demás. Debemos centrarnos en lo que conecta a las personas y lo que puede crear cohesión social en el futuro.
8. Hacer visible la orientación de valores y reconocer los dilemas
Para la educación para la paz, los valores de la no violencia y la paz son fundamentales para sentir, pensar y actuar. La confrontación con la violencia y la guerra obliga repetidamente a la autorreflexión y conduce a graves dilemas. Debemos revelar e intercambiar las dudas y los conflictos de conciencia individuales para aumentar nuestra autenticidad y credibilidad, y abrir nuevas perspectivas. Establecer y hacer conscientes las conexiones contradictorias entre las actitudes personales y la evaluación de las decisiones políticas forma parte de la pretensión de la educación para la paz. Esto incluye sopesar los procesos, por ejemplo, entre el valor de la no violencia y el derecho a la autodefensa, personal y políticamente.
9. Preparación para la paz y desarrollo de enfoques no violentos para la acción
Cuando las personas se ven afectadas por la guerra y la violencia, es difícil pensar en formas de lograr la paz. Pero también puede dar valor y liberar fuerzas.
¿Cómo debe convivir la gente después de que la guerra haya terminado formalmente? Se trata tanto de la acogida de los refugiados que llegan a Alemania como de la continuación de la vida en la antigua zona de guerra. Se trata de las relaciones con la sociedad civil del país del que emana la agresión. Y también se trata de la reforma orientada a la paz, de las estructuras del orden internacional o del diseño de una nueva arquitectura regional de seguridad y paz entre los Estados. Los enfoques de la gestión de los conflictos civiles a nivel de la sociedad (civil), nacional e internacional, deben ser reconsiderados y realineados. El objetivo es establecer la confianza, garantizar la seguridad común y seguir desarrollando los procesos de paz.
10. Reconocer las incertidumbres, soportar las contradicciones y protegerse
La educación para la paz se basa en procesos de aprendizaje conjuntos y abiertos, especialmente en la búsqueda de un punto de vista personal y una actitud propia en situaciones extremadamente complejas y volátiles. La autenticidad genera confianza, sobre todo con grupos objetivo como los estudiantes y los jóvenes. Nadie debe presionarse para tener una respuesta o incluso la respuesta correcta a todas las preguntas que se plantean, que no existen, especialmente en las situaciones de dilema.
La confrontación directa o mediada con la violencia nos afecta física, psicológica y emocionalmente, y requiere el establecimiento de límites claros, así como el autocuidado y la autoprotección activos. Es más sostenible aliviar intencionadamente la tensión y el estrés, buscar distracciones o tomarse un tiempo libre del compromiso, que aguantar agotados cuando estamos comprometidos o cuando las noticias nos inundan y ya no podemos procesarlas.
11. Pensar conjuntamente en la construcción de la paz y la protección del clima
Actualmente hay muchas propuestas sobre cómo los habitantes de este país pueden ahorrar energía para reducir los ingresos del petróleo y el gas que van directamente a las arcas de la guerra. Estas y otras medidas similares no son ciertamente suficientes para poner fin a la guerra en Ucrania o para evitar una nueva escalada del conflicto, pero al mismo tiempo tienen efectos positivos no solo a nivel individual en los presupuestos personales de los hogares, sino también a nivel colectivo respecto a la protección común del clima. Estamos convencidos de que debemos pensar juntos en la paz y la protección del clima según el lema ¡Paz para la paz y el clima!
Autores: Equipo de Educación para la Paz de la Fundación Berghof.
Esta traducción al español apareció por primera vez en la publicación "Educación Política" del Instituto Capaz. La versión alemana puede consultarse aquí.
Para preguntas y sugerencias, póngase en contacto con Uli Jäger, Jefe del Departamento de Aprendizaje Global para la Transformación de Conflictos, Email: email hidden; JavaScript is required.
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